Ana Laura De Candilejas
sábado, 14 de abril de 2012
- Mitos 1000. Rita Hayworth -
En muchos de los blogs que frecuento, tienen como mito a Audrey Hepburn, y no es que no me guste, sino que me parece demasiado típica.
Es ésta la que me ha fascinado siempre desde que tengo 10/11 años: Rita Hayworth.
De ascendencia española por parte de padre, de quien se decía que abusaba de ella en todos los aspectos posibles (nunca fue confirmado), e irlandesa de madre; Margarita Carmen Cansino inició su carrera bailando a los 13 años con su padre en distintos espectáculos, hasta que su primer marido, logró introducirla en el cine: al principio se volvió loco por ella: tenía una belleza dulce, fuerte y elegante al mismo tiempo; y después por su billetera.
Comenzó en películas que divinamente llamamos "de serie B", o lo que viene siendo, "películas truño" donde destacaba sobre el resto del reparto lamentable, porque además de guapa, tenía talento y dotes para la danza.
Ese marido listo del que hablaba antes, consiguió que Columbia Pictures la contratara tras ser rechazada por la todopoderosa Twenty Century Fox, e hizo de ella su gran inversión. No pasaría desapercibida en Columbia, donde necesitaban estrellas mediáticas de las que sacar tajada, y aquí llego Margarita, que en un santiamén pasó a ser Rita Hayworth (apaño de su segundo apellido) y una mina de oro.
Un par de pelis... de esas en las que se empiezan a fijar en ella, y la Twenty decide que ahora la quiere, y como la pagan más, el marido ese tan listo del que seguimos hablando, vé el percal, y les pasa el DNI y la cuota de SS pertinente para firmar el contrato de su parienta.
Fue lo mejor que hizo por ella, los del león que ruge la lanzaron al estrellato definitivamente en "Sangre y Arena" y después la convertirían en el mito que es hoy en día gracias a un streap-tease indecente para la época, y que pasaría indiferente en nuestros días: un par de guantes volando en medio de un baile provocado por la gran borrachera de la prota, y una "guantá" que su gran amigo Glenn Ford le propinó para que, como dice la historia, no pronunciara una palabrota que tenía que decir por guión, y que podría haber hundido su carrera entonces.
Curioso fue que la campaña de promoción de ésta película destacaba éstas dos partes, la gente fue en masas al cine sólo para ver ésta escena y sin prestarle mucha más atención al resto de la peli, que por lo demás, era bastante floja fuera de esas dos escenas.
Rita se convirtió en Gilda para el resto del universo, mito sexual y póster obligado en cárceles y zonas rurales.
Ella no disfrutó de su éxito, era una imagen sobre-explotada, un juguete manejado de unas manos a otras,y dicen, buscando estabilidad en los demás. El dinero lo veían o sus maridos, o sus representantes, básicamente.
Se casó hasa en 5 ocasiones, una de ellas con Orson Welles (una parodia real de La Bella y La Bestia) quien parece que la utilizara únicamente para culminar su película "La Dama de Shangai" en la que cortó su cabellera pelirroja (aquello que la diferenciaba del resto) y la dejara pelaíta y rubia, la dejó sola y abandonada a su suerte al final de la peli, y algo así hizo después de estrenarla, pero en la vida real.
Después de Gilda, no volvió a dar un trallazo semejante, se casó 3 veces más, una de ellas con un príncipe (Alí Khan), que le dio una hija, que sería princesa, aunque ella no. Tras la tercera ruptura matrimonial sería cuando soltó su frase hipermegafamosa en una entrevista: "Los hombres se acuestan con Gilda, pero se levantan con Rita". Aunque yo me quedo con una de la película del mismo nombre:
"Si fuera un rancho, me llamarían Tierra de Nadie".- Que la describe mucho más de lo que pudo hacer ella.
Murió de Alzheimer cuando la enfermedad ni siquiera era conocida, se la diagnosticaron tarde, olvidando su pasado (suena curioso), y sin saber lo que estaba padeciendo, se refugió en el alcohol totalmente desorientada.
¿Qué me fascina de ella? Pues sinceramente no lo sé, porque ni su vida la quiero para mí, ni siquiera la película que la convirtió en mito me gusta, será que tendemos a posicionarnos del lado de la víctima, pero hay fotos como la que sigue, que tienen una doble lectura: el antes y el después de conocer su vida real.
El antes: cuando piensas en lo feliz que tiene que ser una persona con tanto éxito y que expresa en su sonrisa dulce y tranquila.
El después: cuando te das cuenta de que incluso tras una existencia desgraciada, se puede sonreir a la vida esperando que llegue "algo mejor" sin perder ni un ápice de dulzura.
Añado uno de las cienes de biografías que se han hecho sobre ella, y que por supuesto, me he tragado como la fan que soy. Que la disfrutéis.
miércoles, 7 de marzo de 2012
Albert Nobbs o el retrato de la tristeza.
Es la era de las actrices, mujeres al poder en una industria tradicionalmente dominada por hombres.
¿Quién no ha oído alguna vez aquello de que el cine no requiere a mujeres cuando han llegado a cierta edad?
Las actrices de raza, fuerza y carisma emergen de nuevo para echar por tierra esa cruel teoría.
Aunque la gran Glenn Close se haya quedado sin la estatuilla en todas sus nominaciones (no iba a ser ésta vez la excepción), su excelente trabajo es rotundo y elogiable. Tuvo que medirse con otra diosa como Meryl Streep y no pudo ser. Tampoco ha parecido que la película haya tenido suerte para ganar ningún galardón a los que ha sido nominada.
Albert Nobbs es un trabajo coral de solventes actores entre los que, no solamente destaca Glenn Close, la impresionante interpretación de Janet McTeer, la sorprendente Mia Wasikowska cuyo personaje gana importancia según avanza la historia, o Brendan Gleeson; nos regalan naturalidad y verdad a partes iguales, en un conjunto que Rodrigo García ha sabido coreografiar con destreza.
El guión, adaptado también con la ayuda de Glenn Close, quien también interpretara ésta obra en Broadway y que además interviene en la cinta como productora, engarza historias en torno a los empleados de un hotel de finales del S. XIX (época en la que se inician los viajes motivados meramente por placer, osea, el turismo tal y como lo entendemos ahora), pero la historia no es realmente lo importante aquí, no es "lo que sucede", sino "quién lo vive"; y realmente para mi, ese es precisamente el punto débil del film.
Si hay que condensar en una frase de lo que trata, sería algo así como "la vida de Albert Nobbs y de quienes le rodean".
La atmósfera es de un pesimismo denso ininterrumpido, sin un sólo instante de esperanza, y absolutamente contagioso. Al terminar de verla, queda en uno la descorazonadora sensación de tristeza que envuelve a cada personaje, donde la libertad tiene precio, pero sin realmente contar nada que transmita un mensaje por sí mismo. Todo es simplemente injusto, y la lucha será en balde si no hay más remedio.
La maestría de Glenn Close no está simplemente en maquillaje y peluquería desfavorecedores, de hecho es tan simple y sutil lo utilizado para conseguirlo que es el trabajo físico de la actriz el foco de atención.
No es tema de chapa y pintura, sino de la creación de un ser humano complejo lleno de pequeños matices y lastres de una vida injusta, y que además, aparte de todo ésto, se "disfraza" para sobrevivir. No es una mujer vestida de hombre, es un hombre. Y punto.
Una película de actores que merece la pena ver, y mucho, pero recomiendo hacerlo en el momento concreto en el que las personas podemos asimilar un chute de pesimismo brutal.
FICHA TÉCNICA
Año: 2011
Dirección: Rodrigo García
Reparto: Glenn Close, Mia Wasikowska, Aaron Johnson, Janet McTeer, Pauline Collins, Brenda Fricker, Brendan Gleeson, Maria Doyle Kennedy, Jonathan Rhys Meyers.
Guión: John Banville, Glenn Close.
PREMIOS Y FESTIVALES
¿Quién no ha oído alguna vez aquello de que el cine no requiere a mujeres cuando han llegado a cierta edad?
Las actrices de raza, fuerza y carisma emergen de nuevo para echar por tierra esa cruel teoría.
Aunque la gran Glenn Close se haya quedado sin la estatuilla en todas sus nominaciones (no iba a ser ésta vez la excepción), su excelente trabajo es rotundo y elogiable. Tuvo que medirse con otra diosa como Meryl Streep y no pudo ser. Tampoco ha parecido que la película haya tenido suerte para ganar ningún galardón a los que ha sido nominada.
Albert Nobbs es un trabajo coral de solventes actores entre los que, no solamente destaca Glenn Close, la impresionante interpretación de Janet McTeer, la sorprendente Mia Wasikowska cuyo personaje gana importancia según avanza la historia, o Brendan Gleeson; nos regalan naturalidad y verdad a partes iguales, en un conjunto que Rodrigo García ha sabido coreografiar con destreza.
El guión, adaptado también con la ayuda de Glenn Close, quien también interpretara ésta obra en Broadway y que además interviene en la cinta como productora, engarza historias en torno a los empleados de un hotel de finales del S. XIX (época en la que se inician los viajes motivados meramente por placer, osea, el turismo tal y como lo entendemos ahora), pero la historia no es realmente lo importante aquí, no es "lo que sucede", sino "quién lo vive"; y realmente para mi, ese es precisamente el punto débil del film.
Si hay que condensar en una frase de lo que trata, sería algo así como "la vida de Albert Nobbs y de quienes le rodean".
La atmósfera es de un pesimismo denso ininterrumpido, sin un sólo instante de esperanza, y absolutamente contagioso. Al terminar de verla, queda en uno la descorazonadora sensación de tristeza que envuelve a cada personaje, donde la libertad tiene precio, pero sin realmente contar nada que transmita un mensaje por sí mismo. Todo es simplemente injusto, y la lucha será en balde si no hay más remedio.
La maestría de Glenn Close no está simplemente en maquillaje y peluquería desfavorecedores, de hecho es tan simple y sutil lo utilizado para conseguirlo que es el trabajo físico de la actriz el foco de atención.
No es tema de chapa y pintura, sino de la creación de un ser humano complejo lleno de pequeños matices y lastres de una vida injusta, y que además, aparte de todo ésto, se "disfraza" para sobrevivir. No es una mujer vestida de hombre, es un hombre. Y punto.
Una película de actores que merece la pena ver, y mucho, pero recomiendo hacerlo en el momento concreto en el que las personas podemos asimilar un chute de pesimismo brutal.
FICHA TÉCNICA
Año: 2011
Dirección: Rodrigo García
Reparto: Glenn Close, Mia Wasikowska, Aaron Johnson, Janet McTeer, Pauline Collins, Brenda Fricker, Brendan Gleeson, Maria Doyle Kennedy, Jonathan Rhys Meyers.
Guión: John Banville, Glenn Close.
PREMIOS Y FESTIVALES
- Festival Internacional de Toronto 2011: Sección Oficial
- Festival Internacional de San Sebastián 2011: Fuera de concurso
- Sindicato de actores 2011: Nominada a mejor actriz protagonista (Glenn Close) y mejor actriz secundaria (Janet McTeer).
- Globos de Oro 2012: Nominada a mejor actriz dramática (Glenn Close), mejor actriz secundaria (Janet McTeer) y mejor canción original (Lay Your Head Down)
- Óscars 2012: Nominada a mejor actriz principal (Glenn Close), mejor actriz de reparto (Janet McTeer), y mejor maquillaje.
domingo, 23 de octubre de 2011
- Curiosidades Míticas -
Buscando y rebuscando en la web sobre mi película favorita "Cantando Bajo La Lluvia", encontré éste video de "pifias", o lo que viene siendo, errores de racord, que le da ese típico encanto a una película clásica aún siendo pecado capital imperdonable en un metraje de hoy en día.
Aquí lo dejo, para disfrutarlo y reirse un poquito. A mi me ha parecido adorable.
Aquí lo dejo, para disfrutarlo y reirse un poquito. A mi me ha parecido adorable.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Crítica "El Árbol De La Vida" (Con Spoiler)
He oído/leído que "El Árbol De La Vida" (Terrence Malick) se ama o se odia, pero no deja indiferente. Siento discernir.
Ésto no quiere decir que no me haya gustado, pero tampoco me ha impactado.
Ya había experimentado algo parecido con "Mr. Nobody" (me niego a mentarla con su horroroso título traducido), película que recomiendo, y que al igual que Él Árbol De La Vida, me provocaron preguntas similares aunque desde otro punto de vista.
La ganadora de la palma de oro en Cannes, consigue que te hagas preguntas, y te lleva a esos recuerdos que nadie más tiene, consiguiendo de éste modo que la experiencia sea diferente para cada persona y que cada uno entienda a su manera lo que ve. O lo que es lo mismo, comentarla después comenzando con aquello de "lo que yo he entendido es…"
Sensorial, conceptual y experimental, serían los calificativos que le daría.
Una historia sencilla y complicada al mismo tiempo; para ser vista en una tarde tranquila y café posterior en el que hablar de la vida, del mundo y del ser humano.
SPOILER
EEUU años 50. Familia-tipo de matrimonio y tres hijos, católica y tradicional.
Desde el comienzo ya sabemos que uno de esos hijos muere (R.L.), y será durante el desarrollo de la misma cuando le conozcamos a él, y a las consecuencias que su pérdida provoca. Mejor dicho, las preguntas y deseos causadas por su ausencia incomprensible.
¿Pero por qué muere? Si hablamos de lo meramente objetivo, el hecho de que te informen por carta significa que es una muerte oficial, podemos adivinar que militar y por el año en el que sucede, Vietnam. Sin ser nombrada, la guerra es el comienzo de las preguntas, en lo que he querido ver como una denuncia a la violencia o guiño pacifista.
Cuando conocemos su infancia, no concuerda que un niño que no quiere pelear, dulce y sensible, sirva al ejército donde finalmente encuentre la muerte, ¿o sí? En cualquier caso contrasta, como también lo hacen las figuras paterna (Brad Pitt) y materna (Jessica Chastain), el primero autoritario y estricto, y la segunda dulce y comprensiva.
Imposible no conmoverse cuando vemos a R.L. (Laramie Eppler o la miniatura de Brad Pitt) aprender a pelear casi obligado por su padre, o decir a su hermano que no quiere pelear, perdonando travesuras, tocando la guitarra mientras su padre toca el piano, o dejando caer su dulce sonrisa.
Intercalando presente, pasado y eternidad, conocemos a Jack, el hijo mayor, en el mundo presente (Sean Penn) que aún vive con el dolor de la pérdida de su hermano menor. Un papel pequeño, puesto que el protagonismo de la cinta se lo lleva de calle el niño-Jack (Hunter McCracken) y su expresiva mirada con la que parece decir todo aquello que el guión no pone en palabra.
Su evolución, como el primero de los hijos que experimenta el cambio a la vida adulta, su desilusión y sus deseos.
En la mayoría de sinopsis he leído que trata de su difícil relación con su padre, pero no lo veo así. Desea el bien de sus hijos y hacerles fuertes, aunque eso suponga hacerlo de forma equivocada, enseñarles valores como la inhonradez o la violencia en un entorno casi marcial. Al contrario que su madre, delicada y angelical, quien les inculca vivir amando como único modo de conseguir la felicidad.
El personaje que encarna Brad Pitt es difícil en sí. Sin embargo, se da cuenta de que estaba equivocado, lo que precisamente es recurrente, los personajes cambian, se equivocan, evolucionan, como el propio universo en el que viven donde todo se transforma, todos dejan de creer de alguna forma en algo, todos tienen redención.
La fé se convierte en el principio y el fin de las dudas, preguntar "¿por qué?" y cuestionar las decisiones divinas, pero sin dejar de creer en su existencia. Preguntarle a algo o alguien inconcreto e informe que no podemos ver y que lo domina todo. En un mundo que comenzó de la nada, y en la que nosotros somos una pequeña parte que ha llegado a lo que ahora somos.
En un final hermoso, imaginario, atravesamos la puerta de la realidad y nos encontramos con aquello que amamos, con lo que quisiéramos hacer si fuera un mundo ideal, con todos aquellos que han formado parte de nuestra vida; y les damos lo que necesitan: volver a la infancia, abrazar a quien ya no está, despedirnos de quien no va a regresar; y ser felices.
No hay que forzarse a entenderla para sentirse más "artista" o más inteligente que el resto; y aunque la última mitad de la historia se hace larga y en ocasiones tediosa, cada minúscula parte pretende ser parte de un mecanismo lleno de sentido y sensaciones; de imágenes evocadoras, con una factura fotográfica y una banda sonora envolventes e impresivas. Que éstas consigan llegar a todos por igual, es otra historia.
No me forzaré a que me apasione para afirmar que me ha gustado, aunque en algunos momentos me sobrara metraje, e incluso, me sobrara Steve (el hijo mediano) y algún "¿por qué Terrencemalick?" salió de mi boca, así, todo seguido.
Sin buscar respuestas, sino haciendo mis propias interpretaciones, entiendo que no son incorrectas por no coincidir con la del compañero de al lado. Al contrario, cada uno pensó alguna vez en su infancia algo que Jack dice en alto, pero a su forma, y eso precisamente es lo que la hace tuya.
Pero… ¿qué gaitas es la imagen borrosa de colorín?
Ésto no quiere decir que no me haya gustado, pero tampoco me ha impactado.
Ya había experimentado algo parecido con "Mr. Nobody" (me niego a mentarla con su horroroso título traducido), película que recomiendo, y que al igual que Él Árbol De La Vida, me provocaron preguntas similares aunque desde otro punto de vista.
La ganadora de la palma de oro en Cannes, consigue que te hagas preguntas, y te lleva a esos recuerdos que nadie más tiene, consiguiendo de éste modo que la experiencia sea diferente para cada persona y que cada uno entienda a su manera lo que ve. O lo que es lo mismo, comentarla después comenzando con aquello de "lo que yo he entendido es…"
Sensorial, conceptual y experimental, serían los calificativos que le daría.
Una historia sencilla y complicada al mismo tiempo; para ser vista en una tarde tranquila y café posterior en el que hablar de la vida, del mundo y del ser humano.
SPOILER
EEUU años 50. Familia-tipo de matrimonio y tres hijos, católica y tradicional.
Desde el comienzo ya sabemos que uno de esos hijos muere (R.L.), y será durante el desarrollo de la misma cuando le conozcamos a él, y a las consecuencias que su pérdida provoca. Mejor dicho, las preguntas y deseos causadas por su ausencia incomprensible.
¿Pero por qué muere? Si hablamos de lo meramente objetivo, el hecho de que te informen por carta significa que es una muerte oficial, podemos adivinar que militar y por el año en el que sucede, Vietnam. Sin ser nombrada, la guerra es el comienzo de las preguntas, en lo que he querido ver como una denuncia a la violencia o guiño pacifista.
Cuando conocemos su infancia, no concuerda que un niño que no quiere pelear, dulce y sensible, sirva al ejército donde finalmente encuentre la muerte, ¿o sí? En cualquier caso contrasta, como también lo hacen las figuras paterna (Brad Pitt) y materna (Jessica Chastain), el primero autoritario y estricto, y la segunda dulce y comprensiva.
Imposible no conmoverse cuando vemos a R.L. (Laramie Eppler o la miniatura de Brad Pitt) aprender a pelear casi obligado por su padre, o decir a su hermano que no quiere pelear, perdonando travesuras, tocando la guitarra mientras su padre toca el piano, o dejando caer su dulce sonrisa.
Intercalando presente, pasado y eternidad, conocemos a Jack, el hijo mayor, en el mundo presente (Sean Penn) que aún vive con el dolor de la pérdida de su hermano menor. Un papel pequeño, puesto que el protagonismo de la cinta se lo lleva de calle el niño-Jack (Hunter McCracken) y su expresiva mirada con la que parece decir todo aquello que el guión no pone en palabra.
Su evolución, como el primero de los hijos que experimenta el cambio a la vida adulta, su desilusión y sus deseos.
En la mayoría de sinopsis he leído que trata de su difícil relación con su padre, pero no lo veo así. Desea el bien de sus hijos y hacerles fuertes, aunque eso suponga hacerlo de forma equivocada, enseñarles valores como la inhonradez o la violencia en un entorno casi marcial. Al contrario que su madre, delicada y angelical, quien les inculca vivir amando como único modo de conseguir la felicidad.
El personaje que encarna Brad Pitt es difícil en sí. Sin embargo, se da cuenta de que estaba equivocado, lo que precisamente es recurrente, los personajes cambian, se equivocan, evolucionan, como el propio universo en el que viven donde todo se transforma, todos dejan de creer de alguna forma en algo, todos tienen redención.
La fé se convierte en el principio y el fin de las dudas, preguntar "¿por qué?" y cuestionar las decisiones divinas, pero sin dejar de creer en su existencia. Preguntarle a algo o alguien inconcreto e informe que no podemos ver y que lo domina todo. En un mundo que comenzó de la nada, y en la que nosotros somos una pequeña parte que ha llegado a lo que ahora somos.
En un final hermoso, imaginario, atravesamos la puerta de la realidad y nos encontramos con aquello que amamos, con lo que quisiéramos hacer si fuera un mundo ideal, con todos aquellos que han formado parte de nuestra vida; y les damos lo que necesitan: volver a la infancia, abrazar a quien ya no está, despedirnos de quien no va a regresar; y ser felices.
No hay que forzarse a entenderla para sentirse más "artista" o más inteligente que el resto; y aunque la última mitad de la historia se hace larga y en ocasiones tediosa, cada minúscula parte pretende ser parte de un mecanismo lleno de sentido y sensaciones; de imágenes evocadoras, con una factura fotográfica y una banda sonora envolventes e impresivas. Que éstas consigan llegar a todos por igual, es otra historia.
No me forzaré a que me apasione para afirmar que me ha gustado, aunque en algunos momentos me sobrara metraje, e incluso, me sobrara Steve (el hijo mediano) y algún "¿por qué Terrencemalick?" salió de mi boca, así, todo seguido.
Sin buscar respuestas, sino haciendo mis propias interpretaciones, entiendo que no son incorrectas por no coincidir con la del compañero de al lado. Al contrario, cada uno pensó alguna vez en su infancia algo que Jack dice en alto, pero a su forma, y eso precisamente es lo que la hace tuya.
Pero… ¿qué gaitas es la imagen borrosa de colorín?
domingo, 20 de febrero de 2011
- Sin De Finición -
Como toda oportunista y escandalista, me sumo al carro.
Algunos confunden "progreso" con "crecimiento", pero aquí estoy yo para abrirles los ojos.
Y también, por lo de trastocar términos, se confunde al espectador con un "hacker".
La evolución de la sociedad requiere la evolución de la mentalidad, y adaptarse por aquello que dijo Darwin.
Aunque también lo digan Punset y De La Iglesia con mucha más brillantez que yo.
El espectador desaparece de la sala porque se le ofrece la opción de poder ver la película desde casa, y evidentemente es la opción que escoge. Para eso se crearon los estudios de mercado, los puestos de "creativo" y los departamentos de Márketing. Pero puesto que es mucho más sencillo prohibir que pensar un sistema nuevo que nos beneficie a todos, actúa por el bien de la humanidad la ministra impuesta por su gobierno electo.
Y desaparece porque desde hace años el precio de la sesión es abusivo, el día del espectador una burla, y para algunos privativo. En su época dorada, cuando yo era estudiante, iba casi una vez a la semana y me lo podía costear con la "paga" de mis padres. De pronto, llega el redondeo y 500 pesetas pasan a ser mágicamente 5 euros, con una exactitud más que dudosa, y que directamente te obliga a no seguir redondeando con el maxi combo de palomitas. Esos lujos ya no entran en presupuesto.
Pero no importa, mientras la gente deja de ir, alguno se pregunta por qué no queremos pagarle la mansión en Miami, y punto en boca.
Como siempre, dejando cosas más importantes inconclusas porque interesa despistar y seguir caldeando los ánimos; y eso que a mi se me ocurren soluciones buenísimas al tema de la piratería que no persiguen al espectador final, ni al distribuidor. Es un simple tema de conveniencia entre las partes. Pero no pienso exponerlas aquí gratuitamente, por lo que si fuese requerida para charlar cordialmente sobre mis propuestas aceptaré gentilmente previo pago por mis servicios.
¡El vil dinero! ¿Cómo puedo ser tan materialista cuando hablamos de cultura?
Pero... ¿Acaso no es de lo que va todo ésto?
Algunos confunden "progreso" con "crecimiento", pero aquí estoy yo para abrirles los ojos.
Y también, por lo de trastocar términos, se confunde al espectador con un "hacker".
La evolución de la sociedad requiere la evolución de la mentalidad, y adaptarse por aquello que dijo Darwin.
Aunque también lo digan Punset y De La Iglesia con mucha más brillantez que yo.
El espectador desaparece de la sala porque se le ofrece la opción de poder ver la película desde casa, y evidentemente es la opción que escoge. Para eso se crearon los estudios de mercado, los puestos de "creativo" y los departamentos de Márketing. Pero puesto que es mucho más sencillo prohibir que pensar un sistema nuevo que nos beneficie a todos, actúa por el bien de la humanidad la ministra impuesta por su gobierno electo.
Y desaparece porque desde hace años el precio de la sesión es abusivo, el día del espectador una burla, y para algunos privativo. En su época dorada, cuando yo era estudiante, iba casi una vez a la semana y me lo podía costear con la "paga" de mis padres. De pronto, llega el redondeo y 500 pesetas pasan a ser mágicamente 5 euros, con una exactitud más que dudosa, y que directamente te obliga a no seguir redondeando con el maxi combo de palomitas. Esos lujos ya no entran en presupuesto.
Pero no importa, mientras la gente deja de ir, alguno se pregunta por qué no queremos pagarle la mansión en Miami, y punto en boca.
Como siempre, dejando cosas más importantes inconclusas porque interesa despistar y seguir caldeando los ánimos; y eso que a mi se me ocurren soluciones buenísimas al tema de la piratería que no persiguen al espectador final, ni al distribuidor. Es un simple tema de conveniencia entre las partes. Pero no pienso exponerlas aquí gratuitamente, por lo que si fuese requerida para charlar cordialmente sobre mis propuestas aceptaré gentilmente previo pago por mis servicios.
¡El vil dinero! ¿Cómo puedo ser tan materialista cuando hablamos de cultura?
Pero... ¿Acaso no es de lo que va todo ésto?
viernes, 11 de febrero de 2011
- El Cisne Portman -
"El Cisne Negro", en sí, es Natalie Portman.
Ser protagonista absoluta, salir en todas las escenas y prácticamente todos los planos, es un reto valiente y arriesgado. Puede salirte muy mal, y se puede suponer que la elección no fue fácil. Con toda la responsabilidad que supone, en éste caso, ha sido magistralmente sostenido por una actriz merecidamente nominada al Óscar por éste trabajo, premiando un trabajo exquisito, lleno de matices y profundidad. Sólo le ha faltado cantar.
Si desde joven dejaba vislumbrar su talento; ya nos dejó detalles de calidad en Closer en una de sus demostraciones más recientes. Papel con el que por cierto, también estuvo nominada al premio de la Academia.
El guión, también arriesgado, brutal y oscuro a partes iguales; nos narra la historia de Nina, bailarina de una compañía casi en ruina, y cuyo próximo proyecto es una versión más "visceral" de "El Baile De Los Cisnes". Nina audicionará para el papel del cisne blanco y el negro, y durante la película se estará debatiendo entre ambos en un plano, o en otro.
Éste drama de suspense no se corta en tratar la verdad desnuda, y mezclarla con una irrealidad inquietante que sin embargo, en ocasiones consigue no solamente despistar al personaje protagonista, sino también al espectador, quien puede llegar a preguntarse al final, qué era real en ciertos momentos y qué no lo era.
Aunque consigue atar todos sus cabos, sutilmente y de puntillas, sin necesidad de grandes monólogos y con un gran apoyo en lo visual; si bien es cierto que en algunas cuestiones se deja demasiado al aire su origen, como por ejemplo, el porqué de esa batalla entre la realidad y la mente de Nina. Una batalla interesante y aterradora, en la que ella es la única artífice, creadora y destructora.

La dualidad está presente durante todo el metraje, los personajes bailan en torno a ella (nunca mejor dicho), y la factura técnica y visual vibrante, explota en la escena final con un cisne negro espectacular y aterrador.
Secundarios intachables, como la sorprendente Mila Kunis, quien hace imposible que su personaje caiga mal; y Vincent Cassel, inclasificable pero con un carisma tremendo. Bárbara Hershey también lleva con maestría a un personaje al que podría habérsele sacado más jugo para mi gusto. Y la curiosidad de ver a Winona Ryder en un pequeño papel que no deja indiferente.
En definitiva, Aronofsky se ha lucido y cumple con nota las expectativas. Si no caen los Óscars, es que el mundo está ciego.
Ser protagonista absoluta, salir en todas las escenas y prácticamente todos los planos, es un reto valiente y arriesgado. Puede salirte muy mal, y se puede suponer que la elección no fue fácil. Con toda la responsabilidad que supone, en éste caso, ha sido magistralmente sostenido por una actriz merecidamente nominada al Óscar por éste trabajo, premiando un trabajo exquisito, lleno de matices y profundidad. Sólo le ha faltado cantar.

El guión, también arriesgado, brutal y oscuro a partes iguales; nos narra la historia de Nina, bailarina de una compañía casi en ruina, y cuyo próximo proyecto es una versión más "visceral" de "El Baile De Los Cisnes". Nina audicionará para el papel del cisne blanco y el negro, y durante la película se estará debatiendo entre ambos en un plano, o en otro.

Aunque consigue atar todos sus cabos, sutilmente y de puntillas, sin necesidad de grandes monólogos y con un gran apoyo en lo visual; si bien es cierto que en algunas cuestiones se deja demasiado al aire su origen, como por ejemplo, el porqué de esa batalla entre la realidad y la mente de Nina. Una batalla interesante y aterradora, en la que ella es la única artífice, creadora y destructora.

La dualidad está presente durante todo el metraje, los personajes bailan en torno a ella (nunca mejor dicho), y la factura técnica y visual vibrante, explota en la escena final con un cisne negro espectacular y aterrador.
Secundarios intachables, como la sorprendente Mila Kunis, quien hace imposible que su personaje caiga mal; y Vincent Cassel, inclasificable pero con un carisma tremendo. Bárbara Hershey también lleva con maestría a un personaje al que podría habérsele sacado más jugo para mi gusto. Y la curiosidad de ver a Winona Ryder en un pequeño papel que no deja indiferente.
En definitiva, Aronofsky se ha lucido y cumple con nota las expectativas. Si no caen los Óscars, es que el mundo está ciego.
jueves, 10 de febrero de 2011
- Cromos Repes -
A veces, mis desazones interiores no me dejan vivir. Pero tengo confusiones realmente inquietantes.
En una primera sección clasificaría a mis intrigas infantiles. Me expliquen:
¿Es acaso Benicio del Toro el hermano hispano secreto de Brad Pitt? ¿Entonces el padre de ambos sería Robert Redford? (Comparación obligada).
Sé que es un parecido muy manido, pero no suficientemente explotado.

Con el tiempo se han ido distanciando, y mientras la primera se me parece cada vez más a Isabel Preysler, la segunda se acerca peligrosamente a Leticia Sabater.
También confundía a Bruce Willis con Mickey Rourke, de joven, ambos, se entiende.
Será la sonrisilla de canalla de "medio-lao" que tanto perturba. Pero estuve la tira de años pensando que "el de Luz de Luna" se comía a Kim Bassinger a bocaos.
Y creyendo que Hook y El Padrino eran el mismo actor...
No obstante era broma constante en el medio, y que no le sentaba demasiado bien al Sr. Hoffman. No sé por qué, al menos le comparaban con un Al Pacino que en sus tiempos mozos era bien parecido...
Ya crecidita, en plena adolescencia, me aficioné a partes iguales por Mark Owen, y Jared Leto, básicamente porque, miope que es una, no podía diferenciarlos bien.
En una cara de la carpeta tenía a uno, y en la otra, al otro. Esto es verídico. Y conseguí confundir a la más TakeThatera del insti. Ahí es nada.
Ya que hablamos de teen-bands, he de aclarar que el moreno de JC Chasez (N'sync) no tiene nada que ver con Jordan Knight (NKOTB). Ya lo sé, ya lo sé, a nadie se le parecen pero a mi sí. Es culpa de la transición entre infancia y adolescencia.

Soy incapaz de no confundir a Pink con Gwen Stefani.
Y eso que yo era de las del "No Speak".
O a Queen Latifah con Oprah.
Pero es que a Oprah la confundo con mucha gente.
Pregunto: Jessica Biel: ¿Hizo de doble de Evangeline Lily en Lost? Es más… ¿Lo hizo también de Jessica Alba?
¿Podré individualizar alguna vez a ésta pobre muchacha?
Son monísimas, eso sí. Todas ellas.
Digo y diré, que aún pienso que comparten ADN Nicole Kidman y Kylie Minogue. (Quizá toxina botulímica).
Genes australianos, supongo.
Y yo creía, además, que Gemma Ward era el caso de la modelo que se había pasado al cine, y resultó ser Amanda Seyfried.
Adivinanza: ¿Por qué un cromo repe ya mencionado (Jared Leto) enlazó a Cameron Díaz con una de las Olsen (no me preguntéis cuál)? Respuesta: Qué malas son unas copas de más...
Hablando de las Olsen, creo que deben saberlo: El tío Joey de Padres Forzosos (Dave Coulier) no era Bill Pullman. Yo me enteré en el cine viendo "PleasantVille". ¿Qué por qué PleasantVille si no sale Bill Pullman? Pues porque también lo confundo con Jeff Daniels. Aquel día fue revelador.
Dicen que Miley Cirus besaba a su ya ex-novio (Liam Hemsworth) pensado que es Anakin Skywalker (Hayden Christensen). El poder de la fuerza.
¿Cómo puede ser tan mala Diana de V cuando parecía tan modosita en Los Ángeles de Charlie?
Eso sí, no soltaba la pistola.
Sección "vinieron demasiado rápido a mi vida". Series, películas, portadas o desfiles paralelos. Mi capacidad de asimilación en un espacio determinado de tiempo, tiene un límite.
¿Qué Rachel Bilson (The OC) y Vanessa Hudgens (High School Musical) no son la misma persona? ¡¿Quéeeeeeeee?!
Pack de tres: Rodrigo Santoro (Love Actually), Andrés Velencoso y John Kortajarena. Qué alguien me diga que no son trillizos. El caso es que viendo las fotos que adjunto, no comprendo muy bien por qué los confundo, pero lo hago.
Hugo Weaving, V de Vendetta, el Sr Smith de Matrix y el elfo de Rivendel… ¡Ah no! Que son el mismo.
Qué crack, pero ¡qué crack! Viva Hugo Weaving, ¡qué vi-va!
Sección "En Mi Familia Cuecen Habas":
El cuñao: Si le pidieron un autógrafo a David Civera cuando en realidad era el marido de mi hermana… y al marido de mi hermana en otra ocasión le confundieron con Marc Anthony… ¿David Civera y Marc Anthony se parecen? Meeeeec.
La menda: Si me han dicho que tengo un "deje" a Anabel Alonso, y que además me parezco a Allison Mack (Smallville), ¿quiere decir que ellas también se parecen? Apostita elegí en ambas el corte de pelo por el que tuve que escucharlo de contínuo... Y que jamás repetiré. En la vida.
Acercando más conceptos… Si mi madre se me parece a Concha Velasco y es totalmente identificable con Marge Simpson… Quiere decir que…
Si hablo de mi padre, al que alguna vez le vi parecido en su juventud con Fernando Andina, y a quien una camarera piropeó diciéndole que se parecía a Leonardo Di Caprio... En fin, en éste caso el silogismo no sirve. Como un huevo a una castaña. La única verdad es que mi padre era un bombón. Y punto.
My sister: Le han dicho que se parece a Kristin Davis (Sexo En Nueva York), pero también a la Leti, con lo cual... ¿?
El caso es que...
Sección "2 que duermen en el mismo colchón":
Matrimonio ZP.
No he encontrado ninguna foto de ellos juntos donde se apreciara mejor su parecido, pero ya que a él le tenemos más presente incluyo ésta en la que se puede apreciar que comparten mirada inquietante, mentón, barbilla, y demás...
Matrimonio Ruiz-Mateos.
Pasando de una tendencia a otra rápidamente...
Cabe destacar que en éste caso los hijos, que son una jartá, son de parecido indescifrable... ¿al padre o a la madre?
Y terminando (¡por fin!), y ya sin foto, los de siempre:
- De Vanessa Romero Vs Helen Swedin.
- Matt Damon Vs Leonardo di Caprio, también tuvieron su cosilla.
- Elijah Wood Vs Daniel Radcliffe.
- Peter Jackson Vs Michael Moore.
- Johnny Depp Vs Skeet Ulrich.
- Natalie Portman Vs Winona Ryder Vs Keira Knightley
Aparte de las sagas familiares (véase Cruz, Arquette, Kardashian, Olsen, Hilton, Jackson, Cusack, Culkin…). En algunos no sé cuál es cuál, en otros no sé si se están suplantando, o son tantos que a cada uno le llamo con un nombre distinto.
En fin, ya lo he soltado de mi, me siento más libre, me siento bien...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)